“Quien sobrevive no es ni el más fuerte ni el más inteligente, sino aquel que mejor se adapta al cambio”.
Esta reconocida frase del naturalista inglés Charles Darwin fue llamado el padre de la biología, ya que por completo cambió la forma como veíamos la vida, cuestionando el origen divino de la vida y encontrando una explicación científica a nuestra evolución en la tierra.
De una manera muy resumida, la teoría de la selección natural postula que, si no estás adaptado al medio, morirás antes que los que estén mejor adaptados, por lo que la población de esa especie tenderá a tener las características de los más “beneficiados” genéticamente hablando, tal como lo indica Pol Bertran Prieto, microbiólogo, divulgador científico y youtuber en su página web “médicoplus.com”.
De la biología al mundo de los negocios
Como sucede con la evolución de los seres vivos en nuestro planeta, las empresas, sin importar el sector en el que se desenvuelven o su tamaño o tipo de capital que posean, como entes dinámicos, entran en el juego de la supervivencia del más apto.
Esto quiere decir que no hay que ser la empresa más grande ni la más fuerte, sino la que mejor se adapte al medio y su evolución, la que perseverará.
Eso es lo que queremos para nuestro negocio. Después de tanto sacrificio y esfuerzo que dedicamos para dar forma a esa idea y verla arrancar, esperamos moldear una empresa que pueda perdurar en el tiempo.
Pero para esto es necesario volver a nuestra empresa ágil y eficiente en sus respuestas al entorno. Y cuando hablo de adaptable al cambio me refiero a la habilidad de los empresarios para lograr alcanzar aquellos objetivos tanto a corto como a largo plazo que se han planteado, en medio del caos de su entorno.
Es tener la capacidad para asumir los cambios relacionados con las actividades rutinarias a las que nos hemos habituado, sin ofrecer resistencia y aceptando hacer las cosas de otra manera si las circunstancias así lo determinan, según lo indica Datascope en su artículo: “Adaptación al cambio, una habilidad en alza en las organizaciones”.
Por cierto, el COVID-19 ofreció un menú variado de diversas situaciones extremas que pusieron en jaque a toda la estructura de planeación organizacional, todas las estrategias predefinidas y metas puestas en el papel y dio paso a la creatividad, innovación y agilidad en la toma de decisiones de nuestros dirigentes empresariales, tanto de los más grandes como de los más pequeños negocios.
Claro está que muchos de ellos no pudieron dar respuesta a tiempo a ese drástico cambio y los resultados fueron desastrosos.
¿Y si no me adapto al cambio? – ejemplo claro-
Como se mencionó antes, la necesidad de crear una estructura administrativa flexible y con alta capacidad de adaptación al cambio, viene de la habilidad de sus directivos para poder dar respuestas rápidas y eficientes a los embates del entorno actual, altamente variable y caótico.
¿y cómo convertirme en el líder que requiere mi empresa? Podemos mirar y aprender de los errores y aciertos de otros, como la empresa canadiense BlackBerry.
La página web “thestandardcio.com” analiza el caso de esta empresa indicando que el error que cometió es el mismo que muchas compañías llegan a cometer. Dejaron de prestar atención a lo que el resto del mundo estaba haciendo.
Mientras el resto del mercado móvil puso todo su énfasis en nuevas necesidades como estilo de vida y entretenimiento, la empresa canadiense continuó poniendo todos sus esfuerzos en comunicaciones y productividad.
Le costó muchísimo trabajo adaptarse a la demanda de un ecosistema de aplicaciones que les permitiera a sus usuarios transportarse fácilmente de lo profesional a lo personal.
Pasó de dominar el mercado de smartphones con casi un 50% de la industria de los dispositivos móviles a tener menos del 1%.
Competencias que se deben aprender, desarrollar y poner en práctica si no queremos terminar como veleta en el mar de los turbulentos escenarios actuales:
También podemos ver casos exitosos y de ellos también aprendemos. Un ejemplo cercano lo tenemos con “Hamburguesas El Corral”, con una cultura de servicio al cliente muy arraigada, basada en la hospitalidad, es decir, donde sus empleados son los anfitriones y sus clientes sus invitados, y que tuvo que ser revisada gracias a la llegada de la pandemia, según comenta Pilar Rodríguez, gerente de mercadeo en la página web “staff”.
“Esta realidad nos obligó a cambiar el esquema y la manera de relacionarnos con nuestros Consumidores. Ahora vamos a él”, explica Pilar Rodríguez, su gerente de Mercadeo.
Para lograrlo, la empresa tuvo que creer en su potencial de innovación, flexibilizar procesos, trabajar con todas las áreas para hacer en días lo que antes tomaba meses, así como decidir y crear soluciones y nuevos canales de manera escalonada, indicó Rodríguez, todo esto claro está sin perder su ADN de marca.
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Según expertos, estas son las competencias que todo líder debe desarrollar y aplicar día a día si quiere responder de manera correcta a la demanda del entorno para permanecer y lograr el posicionamiento de su negocio:
En la página web “orientacionparaelempleo.com” nos indican 7 competencias gerenciales que deben desarrollar los líderes en sus empresas si desean llevar a cabo las 3 funciones básicas que ejercen en su gestión empresarial – dirección, motivación y transmisión del conocimiento-:
- Autoconocimiento: Una de las competencias básicas de un líder preparado para el cambio. No hay como una buena crisis para poner a prueba a cualquier individuo. Cuando tenemos claridad sobre quiénes somos, cómo somos vistos y hacia dónde vamos, somos menos vulnerables a cuestionamientos del entorno, indica el artículo.
- Coraje: La entendemos como una virtud del ser humano. Gracias al coraje podemos salir adelante a pesar de las adversidades, sobreponernos y continuar con nuestra misión.
- Comunicación efectiva: No sobra decir que es una de las competencias más importantes que debe poseer un buen líder. No solo debe tener la capacidad de transmitir el mensaje a su equipo de manera clara y precisa para animarlos al logro de sus objetivos, sino tener la disposición de atender y comprender otros planteamientos y darles la importancia que requiere.
- Aterrizaje: ¿Cuándo ponemos a prueba esta competencia? Si logramos “aterrizar” o conectar cada una de las actividades y acciones que desarrolla el equipo de trabajo con la misión, visión y valores de la empresa. Se les muestra la intención asociada a cada una de las tareas que cumplen.
- Cooperación: Esta importante competencia directiva indica la capacidad del empresario de poner los objetivos de la empresa por encima de sus objetivos personales, asumiendo un rol de servicio, permitiéndose estar disponible cuando su equipo lo necesite. Cuenta con la facilidad de alinear los esfuerzos de las personas hacia una misma dirección.
- Innovación: Los entornos difíciles exigen a las líderes respuestas no convencionales. La innovación habla de retar constantemente lo que se hace y generar nuevas ideas para poder optimizar el desempeño.
- Congruencia: Es la capacidad para actuar bajo parámetros éticos y para alinear sus actos con el interés e imagen de la organización. Ser consistente con sus principios, logrando un equilibrio entre el discurso y la práctica. La congruencia es lo que permite admirar a un líder. Sin congruencia, los líderes son simples ejecutores de acciones, pierden su capacidad para dejar huella en los demás.
Solo resta hacer una reflexión honesta para reconocer cuál es el punto débil y poco a poco trabajar en acercarse cada vez más a este perfil de líder capacitado para enfrentar las situaciones diarias, de la mejor manera posible tanto para la organización misma como para cada uno de los integrantes de ella.